miércoles, 29 de junio de 2011

inicio

A los que tienen respuestas, para pedirles silencio, para sugerirles que reposen sus certezas. A los que engendran preguntas, para pedirles que las mimen y no las abandonen en los brazos seductores de la respuesta pretenciosa y simple. A los que, preguntándose, se responden preguntando. A los que han perdido el ancla, o la han izado, para iniciar el viaje del conocer, conociéndose, y llevan tatuado en la frente el símbolo de la coherencia.